Campaña Argentina en Apoyo al Reconocimiento del Estado Palestino


Huésped

/ #74

2011-07-29 21:58

Con texto siguiente intenté expresar mi oposición a la ivasión israeli a los pueblos arabes y a la ocupación de Palestina.
Me opongo, rechazo y condeno la politica israeli en palestina y los demas pueblos arabes.
Apoyo todas las peticiones que se realicen y me siento autor de las mismas.

Miguel Angel Montoya Jamed
L.E. 5402089
Profesor Titular- Exclusivo de la Universidad Nacional de San Juan


MANIFIESTO ONTOLOGICO
CONTRA LA INVASIÓN ISRAELI


“Lo que más requiere pensarse en este tiempo problemático, es que no pensamos todavía”

Y
El pensamiento abre surcos en el campo del Ser.



En el plano de nuestra cotidianeidad, y para reconocernos:
Sujeto es “haciéndose Sujeto”, eso es aproximándose al Ser; es el (Da) ahí siendo iluminado por el (Sein) Ser.
El ahí se constituye cuando el hombre se dispone en libertad para ser interpelado por lo respecto a esencia. Luego por su movimiento por el pensamiento va siendo iluminado por el Ser; se va haciendo Sujeto. Esto es lo profundo del proceso de humanización.

Si no está definido este Sujeto, no hay definición de: Sujeto del Sentido, Sujeto Social, Sujeto Político.

La sociedad capitalista, irracional, no nos permite reconocernos como Sujetos, se sostiene en el no-reconocimiento de los hombres como Sujetos.

Tanta facilidad para la explotación y para la muerte, desde el capitalismo y desde el dogma – desde el dogma religioso, el más dañino; es el vacío, es la ausencia en la superficie de la vida, de la pregunta por el ser.
La pregunta de quien sea el hombre está íntimamente relacionada con la pregunta por la esencia del ser; si es que no pretendemos representarnos al hombre como la zoología se representa al animal.
Como el capitalismo se representa al hombre.

El Dasein es la existencia.
El ser del hombre es la existencia.

En los bordes de ese vacío: son gendarmes vigilantes de las vidas y de la ausencia, los Estados Unidos e Israel.

Pensar la existencia, tener en cuenta permanentemente la existencia, sentir la existencia; es tener una voluntad obstinada por la vida.
Si tenemos una voluntad obstinada por la vida, la vida misma nos recompensa; esto es: la existencia se intensifica.

Desde el comienzo del pensar occidental el hombre ha sido interpelado en su esencia por el Ser , por cuanto ahí encuentra su verdadera estancia.
También es, que, en el curso de nuestra historia acontecida, el ente se fue haciendo el objeto preferente del pensar, más aun en la modernidad y en la sobremodernidad en que vivimos, con una repleción de objetos tecnológicos, puestos desde el capitalismo, el pensar se solidifica en el computo y el calcular de lo que hace falta, sólo de lo que hace falta representándole al hombre una aparente libertad en el señorio de la servidumbre por el consumo; esto dispuesto desde una necesidad creada, y también porque el hombre eleva lo viviente a patrón y lo determina como principio del progreso.
Puro pensamiento calculador del hombre emplazado en lo ente, solo en lo ente.
Pensemos en nuestra historia acontecida, esta es: no una secuencia de sucesos, sino el acaecimiento de una decisión sobre la esencia de la verdad, a cuya luz el hombre occidental busca y encuentra, asegura y transforma lo verdadero.
En tal decisión se funda el modo en que se hace patente el ente en total.

Razas y pueblos, pueden vivir sin su historia acontecida, cuando solo importa la simple vida, la simple vida no es todavía historia acontecida, ni tampoco cuando en ella pasan muchas cosas, es decir, aunque pasen por uno muchas cosas; aun mucho dolor.
Del inicio de su historia acontecida, lo aleja al hombre su modo de interpretación del mundo y de su emplazamiento fundamental en medio del ente.
El modo de interpretación actual del mundo, es el tecnológico, el cibernético,.....el ontico.
Pueblos con hombres emplazados fundamentalmente en lo ente, son pueblos no- metafísicos.

Países con políticas al mundo determinadas sólo por el capital, el expansionismo, el dominio, son países con preponderante debilidad espiritual.
Pensemos el “espíritu”, como el estar dispuesto de una manera originaria y consciente a la determinación de abrirse a la esencia del ser.
Entonces: Israel e Estados Unidos son países no espirituales, son lo mismo desde el punto de vista metafísico: ambos tienen el carácter de una furia desenfrenada, una rapacidad desenfrenada por la conquista económica de cada rincón del planeta, por el petróleo, por el agua, por la tierra.
Son lo mismo metafísicamente.
Expanden, su carácter de pueblos no-metafísicos, su decadencia espiritual, en cada invasión, desde cada muerte, desde cada hambre.

Desde el comienzo del entramado esencial de la historia acontecida occidental, nos es transmitida una sentencia que dice: “Toma al cuidado el ente en total”
Pararse a pensar el ente en total es pensar el ente y pensarlo desde el ser.
El preguntar por el ser es una de las preguntas básicas para un despertar del espíritu, para oponernos al “tremendo desmoronamiento”, al “oscurecimiento universal” . El universo siempre es un universo espiritual.

Pensemos el concepto de Nación; como: es el “modo de ser”,desde una configuración cultural, que comprende rasgos, conductas, aún comportamientos frente a determinados estímulos. Es el modo de hablar y un modo de considerar objetos y relaciones.
Un conjunto amplio de mujeres y hombres con un mismo “modo de ser”; constituyen una nación; modo: significa similitud, igualdad de componentes o igualdad de disposición de los componentes.

Ahora si en esta definición , como característica principal apuntamos “el nacimiento en un lugar”, como origen. Nación será un concepto fundado y sostenido solo en esta característica y no en el “modo de ser”, que es variable, transformable; que se incluye en la temporalidad del Sujeto.
Si lo que define a “nación”, es lo dicho como “modo de ser”; será un concepto “Temporal”, permanentemente constituible, un movimiento, al que no se le puede fijar a priori, símbolos, ni colores, ni canciones. Ya que distintos hombres y mujeres pueden convivir con distintos hombres y mujeres, todos nacidos en distintos lugares, un tiempo determinado en el cual se transfieran, rasgos culturales, gestos, conductas, comportamientos, “costumbres”, aún la lengua y se configuren un nuevo “modo de ser”; conformarían otra nación.
De lo contrario: los símbolos, como la bandera, el himno y demás son anteriores al conjunto de hombres y mujeres. Serán como la etiqueta de “un envase”, donde los que cumplan con ciertos requisitos administrativos conformaran la nación de ese color y melodía; aún sin que se produzca el proceso de transferencia. Eso es un concepto espacial.
Por lo tanto “nación”, como concepto espacial refiere al Sujeto, el nombre y distintivos de un lugar.
Y “nación”, como concepto temporal se refiere a la identidad del Sujeto, constituyéndose con Otros en el proceso de humanización.

Israel es un país en su territorio, y en comunidades esparcidas por el mundo encapsuladas en su dogma. El dogma religioso los encierra, los aísla, los cobija, les fortalece la cápsula, y el dogma del capital los fortalece en su encapsulamiento para dominar, para invadir, para matar.
Para invadir los pueblos árabes y palestinos con las armas poderosas de su tecnología bélica; y con su capitalismo vulnerar las subjetividades; armas propias y apropiadas para los acontecimientos del “oscurecimiento universal”, como son la destrucción de la tierra y la explotación del hombre.
Comunidades encapsuladas por el dogma, no pueden constituir una nación, en el concepto que propongo.

La pregunta por el ser. Estar prestos a la apelación a lo esencial, a la diferenciación entre ente y ser , que es la estancia de esa esencia llamada hombre.
En esa estancia que fuerza y violenta el ser.

La diferenciación entre ente y ser, rige todo nuestro decir y todo nuestro comportamiento respecto del ente, sea este lo que sea o bien el ente que no somos nosotros mismos como: piedras, plantas, animales, o el ente que nosotros mismos somos.

Nos preguntemos, de cara a cada invasión y agresión de muertes del pueblo de Israel a los pueblos palestinos y a los pueblos árabes; de cada invasión y agresión de muertes de su par Estados Unidos, a cualquier rincón de la tierra, donde haya petróleo, agua, tierra .
A cualquier rincón del planeta donde ambos van con sus dogmas, por la vida de los hombres y mujeres.


“¿Agota la esencia del hombre la definición citada, según la cual el hombre es el animal rationale? ¿Será ésta la última palabra que se pueda decir acerca del ser: que ser significa fundamento? O bien ¿no sigue siendo la esencia del hombre, no sigue siendo su pertenencia al ser, no sigue siendo el esenciar del ser todavía, y de manera cada vez más desconcertante, lo digno de ser pensado? Si así fuera , ¿nos será licito renunciar a lo digno de ser pensado y ello en favor del delirio del pensar exclusivamente calculador y de sus gigantescos logros? ¿O estamos obligados a encontrar caminos en los que el pensar pueda corresponder a lo digno de ser pensado, en vez de pensar-embrujados por el pensar calculador- de una manera que pasa por alto lo digno de ser pensado?
Ésta es la pregunta, la pregunta mundial del pensar. Lo que llegue a ser de la tierra, y de la existencia del hombre en esta tierra, se decidirá en la respuesta a ella.”





El día y la Mariposa

El día dura como una mariposa, aunque no muere, porque se mete en la noche, se diluye en la noche, la conforma, por eso en la noche se puede pensar en los sucesos del día, por eso los sueños nocturnos se conforman con lo reprimido en el Inconsciente, montado en una energía diurna, que aprovechando la debilitación de la resistencia entre el Inconsciente y el Preconsciente, sale.
Pero no sigue siendo día, es un momento diluido en ella, en la noche, en una multiplicidad de objetos que la conforman; hasta que la noche dura menos que una mariposa.



Miguel Angel Montoya